domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Se nace o se hace?


Después de un largo periodo de “sequía temática”, que quizá de para otra reflexión (seguro!!!), finalmente me decido por un tema que me inspiró un artículo de Joana Bonet: La vida de los hombres. (LV Digital, 12_10_2011), del cual muestro un fragmento:

“A medida que, en Occidente, se acortan brechas entre géneros, se ahonda también de forma saludable, es decir, con más objetividad, en las diferencias. Durante años se pensó que la arquitectura cerebral era igual para todos, pero los científicos han hallado evidencias de que nuestros cerebros tienen distintas programaciones genéticas. Nosotras contamos con más neuronas espejo, muy eficaces a la hora de observar las emociones, mientras que ellos tienen más desarrollado el córtex parietal que controla la percepción del espacio, así como la región de la amígdala que rige el impulso sexual. Los hombres no expresan más angustia o temor que las mujeres al hablar de sus problemas porque, simplemente, creen que hacerlo no sirve para nada. Pero cuando se confiesan, o bien son unos pesados o resultan irresistiblemente encantadores.”

Ahondo un poco más, y de manera práctica, algunos puntos que resumen nuestras diferencias psicológicas:
Neurológicamente, los cerebros del hombre y mujer presentan dimorfismos (m. Biol. Condición de las especies animales o vegetales que presentan dos formas o dos aspectos anatómicos diferentes) sexuales:
  • La estructura que interconecta los dos hemisferios (cuerpo calloso) tiene una mayor densidad de interconexión en las mujeres.
  • Flujo sanguíneo cerebral más incrementado en las mujeres que los hombres.
  • El cerebro de los hombres está funcionalmente organizado de una manera asimétrica evidente en las regiones frontales izquierdas, mientras que el cerebro de las mujeres se evidencia una función bilateral.
  • El cerebro femenino envejece más despacio.
  • Diferencias de densidad neuronal en ciertas zonas.
Estas diferencias, que no establecen en modo alguno desigualdades, causan que…
  • La mujer puede realizar más tareas intelectuales simultáneamente -Ej: leer el periódico y hablar por teléfono- que el hombre (Cuerpo calloso más denso)
  • El cerebro masculino esté más capacitado para la concentración (menos tareas simultaneas) -Ej: al leer el periódico, disminuye la agudeza auditiva- (Cuerpo calloso menos denso)
  • El cerebro femenino pueda identificar emociones ajenas con más precisión.
  • El hombre tenga mejor capacidad espacial y de orientación.
  • La mujer tenga mejor capacidad para el lenguaje (Mayor densidad neuronal del hemisferio izquierdo: Uso de ambos hemisferios), y mejor memoria.
  • La mujer resuelva los problemas centrándose en el proceso, mientras que el hombre lo haga centrándose en la meta

Pero visto todo ello, y mucho más que pudiera encontrarse, volvemos al punto inicial de la reflexión. ¿Se nace con estas diferencias o se hacen?

Parece que podríamos decir que nacemos… Pero entonces es cuando me encuentro con unas palabras de María José Barral, profesora de Anatomía y Embriología Humanas de la Universidad de Zaragoza:

“Aunque nacemos con cerebros diferentes, el cerebro humano es muy inmaduro al nacer y no termina de madurar hasta bastantes años más tarde, de modo que las condiciones ambientales también nos hacen diferentes. Las diferencias tienen causas genéticas, hormonales y ambientales, y todas son igual de importantes.

Así pues, a pesar de los que pueda deducirse de tales “programaciones distintas” entre los cerebros masculinos y femeninos, cómo y de qué manera “lo hayamos expuesto” a lo largo de nuestro crecimiento puede explicar algunos comportamientos, no?

Luego se nace…y también se hace!!!

Después del comentario de mi amigo Pau, adjunto una referencia de la autora de ambos libros, entrevistada por Eduard Punset. Parece interesante para los que somos padres y madres o no...:-)

http://www.eduardpunset.es/428/charlas-con/el-cerebro-tiene-sexo

Gràcies Pau!

2 comentarios:

Pau dijo...

Et recomano un parell de llibres que ajuden a entendre les diferències i que parlen dels canvis cerebrals a mesura que passen els anys i que ajuden a explicar el comportament dels nens a mesura que van passant els anys.

El cerebro masculino i El cerebro femenino. Jo només he llegit el primer i és espectacular. Són d'una tal Brizendine.

Isiborras dijo...

Gràcies Pau, he afegit un enllaç a una entrevista a l'autora dels llibres: Louann Brizendine.