lunes, 8 de agosto de 2011

Salir de la zona de confort

Hace unos días descrubrí un artículo de un personaje: Dídac Lee, con este mismo título y no quería dejarlo pasar. Lo compartí entonces en twitter y ahora aquí, con algunas reflexiones más...
http://www.didaclee.es/

Su postulación principal es la de que sólo saliendo de nuestro estado de confort, donde las cosas no nos "cuestan" excesivamente, donde no nos esforzamos por encima de nuestro límite, conseguimos la superación personal y profesional.

Como paralelismo pensemos en el mundo del deporte. Cuando trabajas físicamente, sólo cuando sales de ese "estadio" de confort consigues rendimientos.

Así pues, volviendo a nuestro día a día, se trata de asumir retos que efectivamente nos resulten desafiantes para poder crecer, evolucionar, mejorar. Aunque nos parezca que estar en una posición de "dominio de la situación" es estar "más tranquilo y relajado", lo que ocurre realmente es que estamos desaprovechando nuestras propias capacidades. En realidad dejamos de ser competitivos y productivos. 

Sin batallas no hay victorias así que debemos enfrentarnos a ellas, sin descanso, sin dejarnos arrastrar por la inercia y la rutina.

Una buena práctica para asumir retos a nivel personal podría ser la de identificar cuáles de nuestros comportamientos nos hacen más vulnerables o tratamos de evitar con cierta frecuencia para poder trabajar sobre ellos. Sólo esforzándonos en conocer el problema y la causa, seremos capaces de encontrar la solución. Usando una metáfora que alguien me dijo una vez... No cerremos el armario para no ver el desorden que hay en él. Cada vez que lo abramos, el armario seguirá igual de desordenado...

Profesionalmente hablando, la zona de confort sería aquella en la que trabajamos en lo que sabemos hacer mejor. Esto nos aporta seguridad y buenos resultados pero otra vez, no crecemos ni aprendemos nada nuevo. Y supongo que el mismo sistema de superación personal podemos aplicar al profesional, no creéis?

Para acabar, dos referencias más.

Una de una autora Bettina Langerfeldt, que nos habla de nuestros hijos: Enséñeles a sus hijos desde pequeños a no evadir las situaciones difíciles en sus vidas. No haga todo por ellos y permítales cometer errores. Ayúdeles a resolver conflictos, pero déjelos participar activamente en el proceso. Así llegarán a ser adultos que sabrán enfrentar los desafíos de la vida con éxito y no se dañará su espíritu emprendedor.

Y la otra, de Didaclee, que acaba su artículo con la siguiente recomendación tan motivadora: 
"haz algo disruptivo cada día (y que sea nuevo), algo épico cada semana (y que te ponga a prueba) y algo memorable cada mes (y que perdure en el tiempo)".