sábado, 15 de octubre de 2011

Y le llamó "Letreado"...

Ese es el nombre que mi peque le puso a un osito de peluche en el verano de 2009. Y el del mi primer blog...en su honor.

La de hoy es una entrada muy personal. Dedicada a esta "chiquilla" que robó parte de mi corazón, hace mañana 9 años.
Para ti Inés, dulce y sensible Inés.  Para ti, porque sólo tú eres capaz de llamar "Letreado" (¿?) a un osito de peluche que te regalamos en Berlín.

Recuerdo como si fuera hoy el primer día que pudiste girar tu diminuto ser aguantando, como a espasmos, tu cabecilla. Estabas en la cama en la que ahora duermo yo y la emoción me invadió tanto que apenas podía contener las lágrimas. Tu padre estaba a mi lado y ambos nos sentimos tan emocionados que parecía que hubieras hecho una auténtica proeza. Quizá tú sí que sentiste que lo era...no?

Recuerdo también tu primer estornudo. Tenías unos tres meses y estaba tan preocupada porque enfermaras que movilicé cielo y tierra para que acabaran confirmándome que estabas bien...que lo estabas!

Sí, pequeña, sí... "pagaste el pato" de tener una madre primeriza pero, por suerte,...lo soportaste y superaste bastante bien.

Y mañana cumples 9 años.

Te he llevado por algunos caminos que no querías, lo sé,...y por ello te pido perdón. Pero también te he enseñado otros que te han hecho tan y tan especial.
Con unas dosis genéticas y vivenciales te has convertido en una niña diferente, poco convencional. Con tus "dosis inoportunas", pero con una sensibilidad fuera de lo común.
Sé que no es fácil crecer en cualquier circunstancia pero te aseguro, Inés, que nadie está tan pendiente de cómo lo haces que yo... Y te veo bien. Me enorgullece identificar que eres una mezca tan inusual.
Todavía queda mucho por recorrer y corregir pero vamos a hacerlo juntas. Y lo haremos bien.

Feliz cumpleaños mi pequeña.
Feliz vida.
Nunca dejes de inventar, de soñar, de imaginar todos los "Letreados" que quieras.

Mamá.





viernes, 7 de octubre de 2011

Brutal significado de tan ligero equipaje!



A mediados de los años 80, el Gobierno Polaco se enfrentaba a varios problemas: una grave crisis económica, una profunda crisis de confianza por parte de la sociedad civil, un auge del movimiento de la oposición política Solidaridad y el conflicto interno del Partido Comunista. 

El Papa se interesó siempre por acercar posturas del Gobierno a los nuevos tiempos de tolerancia y mantuvo varias reuniones con Lech Walesa en las que  debatieron el derecho del pueblo polaco a vivir en un país democrático. Juan Pablo II viajó 9 veces a Polonia. Su país de origen fue el destino que más veces visitó.

La fotografía que aparece en esta entrada data de 1987 y fue tomada en la plaza de los astilleros en Gdansk, la ciudad donde se inició la II Guerra Mundial.
El Papa estaba dando un discurso rodeado de cientos de jóvenes del "cuerpo de seguridad" convocados por el Gobierno y que, literalmente, le estaban dando la espalda!!!!!!!!!!, pendientes de que ningún grupo civil se acercara demasiado y no resultaran "incómodas" sus demandas. 

Juan Pablo II construyó su discurso adaptándolo a la realidad con la que se encontraba y lo finalizó con una de las frases que más me he repetido estas últimas semanas. Dice así: "Dios no nos ha podido enviar nada mejor. En este lugar, el silencio es un grito".

Brutal declaración de intenciones. Brutal fuerza atribuida a un sencillo juego de palabras. Brutal contundencia. Y es que "el silencio puede ser el ruido más fuerte" (Miles Davis).

Hoy reflexiono sobre ese papel que hace el silencio para reclamar nuestra atención. Se convierte en una pausa cargada de intención. Es decir, el silencio es un suspiro que capta la atención con una intención prefijada, un silencio que puede crear expectativas, un silencio que interrumpe... El silencio, en este punto, se escribe. Como los "tres puntos suspensivos"... un silencio con un por qué. 

Y ahora callo, atiendo al silencio y escucho lo que usualmente se me pasa.

Y sí,...hay gritos. Suaves para mi. Buenas noches.