viernes, 12 de octubre de 2012

Yo confieso



"Yo confieso" es el título del último libro del escritor barcelonés Jaume Cabré http://www.rtve.es/television/20110914/las-confesiones-jaume-cabre/461441.shtml

He cogido prestado su título para referenciar esta nueva entrada que es algo atípica, por lo de íntima y personal, pero que llega en un momento muy especial, a pocos días del 10º aniversario de mi hija mayor, Inés.

Yo confieso que me metí en esto si no por casualidad, sí un poco de oídas. Lo más cerca que había estado de responsabilidad semejante databa de mis años mozos y he podido constatar que nada tiene que ver ocuparse de un pack de hermanos que pasar a ejercer el papel de madre.

Si debo ser sincera y llevar a gala la prenda que he cogido prestada, admito que he aprendido con el tiempo lo que supone realmente la maternidad y a ejercer de madre de una manera cada vez más seria, responsable y profesional. Siento si puedo herir algunas susceptibilidades pero os diré que para mi, junto a todo el romanticismo que lleva asociado este papel, que lo reconozco, no deja de parecerme una profesión a la que decides dedicarte sin más remuneración que la satisfacción de un esfuerzo bien invertido.

Una vez leí que ser madre suponía admitir que tu corazón caminará para siempre fuera de tu cuerpo. Así es. Mi reflexión es que el ritmo cardíaco debes marcarlo tú y no dejar que el instinto básico que se despierta en el momento de convertirte en madre, sea el que dirija libre e inconscientemente tus pasos.

Otorgo a nuestra figura la mayor responsabilidad que imagino: lograr que nuestros hijos sean los portadores de grandes e importantes valores personales y sociales, y se conviertan en altavoces de estos mismos. Ayudarles a convertirse en personas sin miedos o capaces de enfrentarse a sus propios fantasmas. Seguras de sus fortalezas y a la vez de sus propias carencias. Con recursos personales para desarrollarse, con cintura para poder buscar la respuesta a toda pregunta, con el gusanillo de la inquietud y la curiosidad que conlleva recibir el testigo de la vida que les estamos dando.   

Lejos de resultar poco emotiva, yo confieso que este es uno de los objetivos más ambiciosos que uno puede marcarse y para alcanzarlo, sin duda, se debe estar sobradamente preparado. No vale dejarse llevar por la corriente de la vida trasladando a la naturaleza las riendas de este cometido. No vale asumir un peso tan grande en tus espaldas que te impida crecer o te deje anclada al suelo sin poder avanzar. No vale mirar a otro lado cuando la desesperación personal te nubla la vista. No vale liderar la batalla si no tienes armas con las que pelearla.

Yo confieso que no existe mayor satisfacción que ver cómo va calando tu labor en esa personita que empezó siendo un lienzo en blanco y donde poco a poco se van escribiendo los primeros renglones, dibujando incipientes trazos.

Yo confieso que huyo de las imágenes estereotipadas que esconden tras ellas una falta de empeño, un comportamiento “austero”, un miedo encubierto, un preocupante desconocimiento.

Y, por supuesto, si es cuestión de confesar, yo confieso mis miedos. Yo confieso mis momentos de frustración. Yo confieso las crisis y la pérdida de confianza en mi misma. 

Pero confieso que a pesar de ello, no pienso ceder en el empeño de hacer de madre con todo mi corazón y también con toda mi razón.




  


  

sábado, 11 de agosto de 2012

El dolor que te mata y da la vida

Hay un dolor que por muy aprendido que lo tengas te desgarra igual y de la misma forma cada vez. Es tan intenso y profundo que todo el esfuerzo que haces para superarlo es inútil!!! Es como nadar contra corriente en un día donde el mar es tan bravo que ni toda la intensidad en tus brazos consigue que avances un metro. Te arrastra tanto que sigues viendo la inmensidad del horizonte ante ti, sin fin, sin esperanza, sin medio alguno para llegar hasta él.

Hay un dolor tan interno que hace que tu corazón se reduzca al tamaño de una lenteja. Es como si te faltara el aire al respirar. Tienes que hacer tanta fuerza en el estómago para recuperar el aliento que sientes cómo tus músculos se contraen hasta llegar a tocar con tu espalda.
Hay un dolor tan devastador que arrasa con todos los pensamientos alentadores, con toda planificación de superarlo, con toda intencionalidad de esquivarlo. Es tan provocador y despiadado que consigue apoderarse de tú razón, de tus argumentos para dejarte desarmada y destruida.
Hay un dolor tan sintomático que no conoce de antídotos ni remedios. Es como un virus mutante que ha aprendido a superar todos los tratamientos utilizados y logra campar a sus anchas por el cuerpo invadido.
Hay un dolor que puede cortar el aire en dos mitades y hacer que esa separación se convierta en un agravante más de tu insuficiencia respiratoria.
Hay un dolor que tiene nombre y apellidos y la desfachatez de poderse traducir a todos los idiomas y tener tantas acepciones como personas que lo sienten para poder universalizarse. 
Ese dolor, que conozco y he sufrido desde varios ángulos, te anula e inmoviliza durante las primeras horas cual veneno no letal que te administra tu peor enemigo. 

Ese dolor, sin embargo, remite si logras controlarlo. Pierde su fuerza 10 conforme la lucha interna se abre paso en tus entrañas. Se alza un pequeño ejército de supervivientes en tu interior que con ahínco y esfuerzo van rompiendo las 
lianas
que se han ido formando a tu alrededor.
No es fácil, ni rápido, pero con el tiempo has alimentado ese grupo de liberadores con 
autoestima y esperanza, lo que les aporta valor y fuerza en la lucha.

Después viene la calma que sientes tras el desgaste. Empiezas a mover tus músculos según tu propia voluntad y no la de su destructor. El ritmo cardíaco se acompasa y empiezas a aliviarte. Vas recuperando el control de tu cuerpo y alma.
Sabes que es un pequeño triunfo pero que el dolor resurgirá por mucho que lo hayas vencido en este asalto.

Sabes que mientras seas más madre que mujer, más madre que amiga, Madre, más que nada, no dejarás de entablar estas batallas con tan imponente adversario.

Es curioso cómo mientras dejas de moverte puedes asistir a ese espectáculo desde fuera e identificar todos y cada uno de los efectos descritos.

El dolor de la añoranza, la nostalgia, la preocupación, te destruye en su primer ataque pero te hace más fuerte si logras alcanzar la victoria. No desesperes ni tampoco niegues. Volverá. Pero puedes volver también a rehacerte.

viernes, 27 de julio de 2012

A ti, que me lees cuando escribo.

Hoy quiero contarte que no hay día que pase sin pensar en escribirte. A pesar de ello, hace semanas que no logro encontrar la inspiración para hacerlo. Soy tan exigente, busco tanto que te interese lo que cuento, que no encuentro nunca como hilvanar adecuadamente todas mis ideas y todos mis temas.

Me desespera, la verdad, y es por eso que hoy, pasado tanto tiempo, me he decidido a contarte exactamente por qué no te escribo.

Voy a confesarte que he empezado ya varios párrafos de lo que pretenden ser algunas entradas semi profesionales. Querría aportarte mis reflexiones, adornadas con pinceladas de credibilidad prestada de otros personajes, pero no he sido capaz de obtener el resultado esperado. Y créeme cuando te digo que nada me aterra más que decepcionarte, desinteresarte o frustrarte.

Sé, por otro lado, que con esta sequía literaria pierdo ya parte de tu afinidad, de tu gracia... Y eso me presiona y obsesiona.

Es por esto que hoy, lejos de levantar la presa y dejar fluir "ríos de tinta", caudales de frases, litros de ideas...tecleo sólo cuatro gotas de inspiración con el único objetivo de sincerarme y disculparme . Quiero ser transparente y sincera desde la humildad que me provoca mi propia incapacidad de escribirte con frecuencia y mantener tu atención en alto grado. 


Que sepas que te tengo el respeto suficiente como para que al expresarme, encuentres en mi "voz" escribana un mensaje que cale en algún punto de tu ser. Y que a pesar de que no puedo dejar de pensar en ti, y en ello, no resuelvo ni demuestro. Así que no me queda otra que disculparme, porque quizá el problema esté en que no me esté dedicando a ti como merecieras. O porque debiera preguntarte si es que puedo hablarte de algo que te interese.


En cualquier caso, mi querid@ lector, perdona que este blog, en el que un día decidiste aterrizar, no cumpla con las exigencias ni expectativas que depositaste tal día como hoy. No pienses que es falta de mimo o de interés, sino simplemente de una mezcla entre el miedo escénico, la falta de recursos y las limitaciones personales.

Dicho esto, y como no podría ser de otra forma, acabo de la única forma que me sale contigo, agradeciéndote que estés ahí de una forma tan generosa.

sábado, 23 de junio de 2012

No es lo que es, sino lo que parece ser.


Hace algunos días escuchaba a mi nuevo conocido Liberto Pereda www.libertopereda.net hablar acerca de lo importante de las percepciones en un mundo donde lo que pasa no es fruto de la consecución de un acontecimiento, sino de la interpretación que de él hacemos cada uno de nosotros.

Coincide esta hipótesis con la esgrimida por muchos profesionales de la comunicación política que sostienen que lo importante de un discurso político no es lo que se dice, sino la percepción que se deriva de lo que se ha dicho.

Ambas afirmaciones, lejos de ser meras aproximaciones psicológicas, me resultan muy significativas a la hora de abordar la mayoría de situaciones cotidianas. 

Imaginemos, por ejemplo, una situación bastante común en la que una persona sostiene una postura contraria a la tuya y hasta te culpabiliza por el hecho en si, mientras que tú intentas convencerle de que los hechos son diferentes y la realidad totalmente contraria. En resumen, la típica discusión en la que el “sujeto A” se desgañita recordándote los hechos acontecidos una y otra vez, y donde el “sujeto B” se defiende, normalmente con la negación de los mismos para su desesperación.

Resultado: horas y horas perdidas con frases y palabras hasta posiblemente malsonantes, desgaste emocional, falta de credibilidad, inutilidad, frustración,… Y lo peor de todo, no se avanza en ninguna dirección y siguen estando ambos en la casilla de salida.

Sin embargo, ocupémonos de esa misma situación pero habiendo interiorizado, por parte del "sujeto B", cualquiera de las teorías de las percepciones antes mencionadas.

En este caso, nuestro “sujeto B” sabe que lo importante de la situación no es el hecho de discusión sino la percepción que del mismo tiene el “sujeto A”. Dicho de otro modo, la forma en la que lo ha interpretado y asumido.

Y no es baladí en tanto que percibir es algo complejo, relacionado con una operación cognitiva que realizamos en nuestro cerebro en la que seleccionamos y organizamos la información recibida a través de nuestros 5 sentidos. Además, “este proceso de selección de una persona comprende tanto factores internos como externos, filtrando las percepciones sensoriales y determinando cuál recibirá la mayor atención. La forma en que las personas interpretan lo que perciben varía en forma notable. La interpretación de una persona de los estímulos sensoriales que recibe, conducirá una respuesta, sea manifiesta (acciones) o encubierta (motivación, actitudes y sentimientos) o ambas. Cada quien selecciona y organiza los estímulos sensoriales de manera diferente y, por lo tanto, llega a interpretaciones y respuestas diversas. La diferencia de percepción ayuda a explicar por qué las personas se comportan en forma distinta en la misma situación. Con frecuencia se perciben las mismas cosas de manera divergente y las respuestas de comportamiento dependen, en parte, de ésas”.

Asumido esto, pienso en la estrategia de gestión por parte del “sujeto B”. No se trataría, por tanto, de ahondar y recrear el hecho de discusión en sí, sino que sus esfuerzos deberían centrarse en:

1.- Identificar la percepción que el “sujeto A” tiene.
2.- Modificar esa percepción mediante la interpelación de alguno de sus 5 sentidos.
3.- Armarse de paciencia. Pues si modificar un hábito ya es árduo y tedioso… no puedo imaginar lo que debe costar modificar una percepción.

Bromas aparte, el desenlace, estoy convencida, será muy distinto manejando bien esta información. Al menos, este enfoque más “profesional” de la cuestión puede aumentar nuestra percepción de nosotros mismos, haciéndonos más creíbles antes nuestros propios ojos.

¿Cómo lo ves? ;-)) 

martes, 22 de mayo de 2012

Espejito, espejito mágico…


Después de un largo y tedioso periodo falto de motivación, llega el 21_5_2012, día que he bautizado como el de la "Gran Decepción", en el que encuentro esa inspiración perdida y me decido a escribir.

Antes de abordar el tema, que pareciera algo frío para exponerlo así, sin más, reflexiono unos minutos sobre ese instante en el que recupero la visión. Hago referencia a mi "descubierto" escritor Javier Ruiz Taboada, http://www.ruiztaboada.com/, de quien escuché que la nostalgia, la melancolía y el silencio de la noche eran fuentes de su inspiración, mientras que "la felicidad" resultaba no ser una buena musa para ella. Yo no sé si será o no será, pero lo cierto es que tal día como hoy, el de la "Gran Decepción" repito, me visita una señorita coqueta, inquieta y curiosa, llamada Inspiración. Le abro las puertas y le entrego mi pluma (virtual, siempre virtual) para que escriba de lo que ha venido a hablar...sobre la "marca personal".

Uy, uy, uy...os advierto... Viene esta señorita con ganas de provocar, pero voy a intentar, con gracia y sutileza, borrar los rasgos más personales y hacer de esta entrada una reflexión general, de las que tienen mucho que ver con el sentido común y poco con un despecho en particular. Lo sé, lo sé , @ruiztaboada, escribimos sobre lo que vivimos, pero el matiz con el que lo cuentas modela la intensidad autobiográfica.

Dejando pues a nuestra invitada hablar sobre "la marca personal" empieza por preguntarnos cuánto cuesta crearse esa marca en términos de tiempo y esfuerzo. Y la respuesta nos sale a la par: ¡¡¡MUCHO!!!. La construimos a lo largo de los años, con mensajes emitidos por nosotros mismos y hechos consumados. Se trata de una combinación de intenciones confesadas, experiencia contrastada e imagen proyectada. Y es que nos cuenta (la susodicha) que la "marca personal" no deja de ser nuestro posicionamiento en la mente de los que nos ven. Una interpretación subjetiva y particular de nuestra imagen real. Es algo así como que varía "según el cristal con el que se mira"...podríamos decir.

Es por ello que para influir en esa "subjetividad" se necesita cocinar a fuego lento, con paciencia y con mimo. Y cuanto más cuides los detalles, más virtuoso serás. Rescatando una gran frase del libro "Un mundo feliz", de Aldous Huxley: "Los detalles conducen a la virtud y la felicidad, en tanto que las generalidades son intelectualmente males necesarios".

Así pues, nos pasamos una eternidad (y algo más allá), para levantar un espejo en los demás en el que nos reflejamos y donde, por supuesto, deberíamos gustarnos. Obviamente, a más dedicación, mayor nitidez de la imagen. Si pasas por la vida de alguien de forma fugaz, ese reflejo apenas se aprecia, mientras que si llegas con la intención de quedarte, consigues eso de "espejito, espejito mágico"...es decir, que él mismo hable sobre ti!

Pero, ais, ais, ais, contradicciones de la vida...lo que tanto trabajo y dedicación te cuesta... ¿cuánto tardas en perderlo? Y aquí volvemos las dos (señorita Inspiración y una servidora) a responder al unísono: ¡¡¡NADA!!!!

Pues así es... ¡nada! Y ¿¿¿sabes por qué???? ¡¡¡Pues porque no hay nada más frágil que un espejo!!!!

Ahondemos un poco más... Tú estás ahí plantado, firme y claro, reflejado cuan galán...pero de golpe tienes un traspiés. Zas! Te delatas! O confiesas! Te declaras culpable o no, pero flojeas en tu declaración. Eso que habías sostenido sobre una burda mentira se descubre y Zas!!! Zas, Zas!!!! El impacto es tal sobre el fino y frágil cristal que se empieza a resquebrajar. Y tu imagen, aquello que Doña Inspiración llama "marca personal" se rompe en mil quinientos pedazos (ese número es cosecha mía...;-).

Y ahí te quedas, como un rompecabezas deshecho, que nadie quiere volver a montar por miedo a cortarse. Duro...sí...pero haber pedido "truco".

Así que esto es.

¿Aprendizaje? Coherencia, consistencia, honestidad y transparencia. Hoy, en uno de mis tweets decía: "más vale quedarse, que llegar siendo otro". Me refería a un consejo que me habían dado para conseguir mi objetivo y que pasaba por fingir, por actuar,...en definitiva, por proyectar una imagen que no era la mía. Pues veréis...mi reflejo no es que sea de una gran belleza, pero si algo creo que es, es auténtico. ¡Esa soy yo! Sí. Con mis reflejos y mis sombras (muchas) pero yo.

No voy a permitir que un pequeño golpe pueda destruir lo que ven ahí los que quieren mirar y, sobre todo, los que quieren seguir mirando.
Gracias nostalgia y melancolía por haberme traído la Inspiración.
Tú, señorita, no te vayas muy lejos, por favor.
Y por último, a ti, noche que me acoge y acompaña con tu calma, gracias por ser cómplice de mis tormentos y lograr que los apacigüe con la confesión.    

jueves, 5 de abril de 2012

43.000 + 1

43.000 firmas de apoyo (26.000 de ellas de científicos de 80 países) se presentaron a finales de marzo de este año 2012 ante la  Presidencia del Gobierno y el Congreso de los Diputados en una "carta abierta por la ciencia en España".

Pues bien, hoy se quiere sumar una humilde e insignificante firma más, la mía ,a esa petición aunque sea desde esta ventana escondida entre un millón.

El titular que me despierta y moviliza a escribir esta entrada se lee en todos los medios:

El presupuesto en I+D+i cae en casi 2.000 millones. http://www.publico.es/espana/428190/el-presupuesto-en-i-d-i-cae-en-casi-2-000-millones

Carmen Vela (secretaria de Estado de I+D+i) reconoce que "no es un buen momento para la ciencia". http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/04/ciencia/1333543964.html

La ciencia española se desmorona con un 25% menos de presupuesto. http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/03/ciencia/1333450876.html

...
En estos y muchos más, no sólo se confirman las pésimas previsiones sino que se superan espectacularmente. La ciencia naufraga.

Resulta desalentador leer cómo la comunidad científica, nacional e internacional, vivía los meses de incertidumbre y temor previos a la presentación de los presupuestos de 2012. Por un lado, se ha estado asistiendo, parece ser, a una pérdida de prestigio internacional con hechos como la desaparición del ministerio de Ciencia o los despidos y rebajas de sueldo del centro Príncipe Felipe de Valencia. Lo que nos ha costado años lograr va minándose poco a poco. Los expertos en reputación, identidad, posicionamiento podrán explicar cuánto cuesta crearse una imagen y qué rápido puede destruirse.

Por supuesto, los científicos no se han quedado de brazos cruzados y han ido prescindiendo de lo que se podía, se han ido..."atrincherando"... Qué pena...http://www.lavanguardia.com/vida/20120121/54244700700/los-investigadores-aportan-ideas-para-que-los-recortes-no-destruyan-la-excelencia-actual.html

Yo no soy científica, no investigo, no desarrollo, ni innovo...pero entiendo perfectamente el papel estratégico que dichos campos tienen en el desarrollo de un país.

El nuestro resulta que está bastante tocadito y parece que los compañeros de juego no hacen más que comernos fichas... Así que, en mi humilde opinión, recortar en lo que nos puede aportar algo de luz es como rendirse a la evidencia de que vas a perder el partido. Me gustaría estar orgullosa de un país que apuesta por el talento, local o extranjero. Que se levanta cada día con la cabeza bien alta repartiendo juego entre figuras punteras. Me gustaría ser y que nos vieran como ejemplo de mentalidad adelantada, sin complejos, luchadora, avanzada.

Así que, no sólo me gustaría ser, sino que soy  la 43.001. Y aunque sirva de bien poco envío desde aquí mi más sentido pésame...

Añado a esta entrada el reportaje que "he pescado" de Informe Semanal, emitido el 28.4 (a partir del minuto 20')... Me alegro de que se hable sobre los proyectos que se están financiando...al menos de momento! http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/

domingo, 18 de marzo de 2012

Una simple fórmula matemática...


Un buen amigo me envía un artículo que me inspira esta entrada y que tiene que ver con un viaje introspectivo y con reflexiones muy personales.

Rescato una frase que me viene genial para empezar:

"El verdadero viaje del conocimiento es hacia el interior de nosotros mismos. Si allí no encontramos el sentido de nuestras vidas, poco importa qué más encontremos”.


Así pues, iniciamos el viaje y propongo hacerlo con el resultado de una simple fórmula…




Preocuparse – Pre = Ocuparse.

Preocuparse: causar intranquilidad, inquietud o angustia por alguna cosa. Interesarse, prestar atención por algo.
A ninguno se nos escapa que esta “preocupación” por las cosas nos genera cierta tensión, una visión sobre un tiempo que va a venir (en mayor o menor plazo), una anticipación de algo que intuimos pero que todavía no es del todo real. Por tanto, una sensación de intranquilidad, una predisposición de alerta que se produce en un momento actual, sobre algo que está por llegar.
Primer axioma: ¿Preocuparnos por las cosas antes de que sucedan no nos impide vivir el presente?
Entiendo y asiento que no podemos “vivir la vida” sin una cierta planificación. Nuestra propia responsabilidad nos hace ser previsores. Y eso está bien. Pero no nos olvidemos del hoy pensando en el mañana. No dejemos de disfrutar el presente pensando en que el futuro puede ser más negro.

Ocuparse: trabajar, dedicarse, desempeñar, atender,…
Para ello, propongo ser proactivo y anticiparnos a lo que pensamos pueda venir. Ocupándonos ahora podemos evitar problemas después. Ocuparse es trabajar, es adoptar una actitud resolutiva, reflexiva pero con tilde constructiva. Nos motiva el pensamiento creativo para diseñar escenarios, planes alternativos, varias soluciones. Nos retroalimenta en positivo. Nos impulsa, nos otorga una mentalidad resolutiva en lugar de mortificarnos.

Vamos a por la otra fórmula.

Recrearse/Re = Re-Crearse

Recrearse: Imitar o reproducir un modelo.

Pues bien, aquí me detengo en esta acepción del verbo que me sirve para reflexionar, sobre todo, en la necesidad de dejar de "recrearnos" para pasar a "re-crearnos" en el tiempo en el que estamos. Los modelos no son los mismos, lo cánones de actuación no pueden imitarse. No podemos reproducir lo que antes nos funcionaba, porque el entorno en el que estamos es cambiante, distinto y novedoso. Todos estamos sorprendidos y asustados con esta realidad tan agresiva donde nos encontramos con hechos que antes eran impensables. Amig@s nuestros, que podemos ser mañana nosotros, con trayectorias intachables, impecables, deseables,… en situaciones incómodas, más o menos graves. 
Sin embargo, también te topas con ejemplos de imaginación, de valentía, de adaptación al medio. Casos de re-creación en los que el mérito ha sido un viaje al interior del alma para rescatar todas las fuerzas del mundo y salir a flote!!!!
Visión romántica de la creación de uno mismo, quizá, pero una solución igual de válida y mucho más creativa.


Por tanto...no te preocupes, ocúpate. No te recrees, re-créate...
Y yo...antes que nadie! (sólo por esta vez!)





martes, 28 de febrero de 2012

Mentira y Verdad: dos señoritas bien parecidas!




 

Me llamo "Mentira".
Soy joven, bella y seductora.
Soy fácil y muy permeable.
Me gusto y gusto, lo sé, porque puedo ser divertida y atractiva.
Me utilizan para tranquilizar conciencias,
para crear cuentos de lo más creativos.
Me invitan para ilustrar y decorar emociones, vivencias y tentaciones.
Puedo resultar tan convincente que, en ocasiones, me confunden y hacen de mi
una realidad.
Puedo ayudar a sobre llevar el dolor,
Puedo generar placer y hasta felicidad.
Acompaño en el tiempo tanto como me necesiten
y prolongo mis efectos tanto como se desee.
Alimento sueños y esperanzas.

Mi pareja es el mentiroso
con quien tengo una relación a veces hasta compulsiva.
Soy una señorita fina,
y, a la vez, bien parecida. 


Me llamo "Verdad".
Soy dura, transparente y sincera.
Soy políticamente correcta.
Me gusto pero no siempre gusto, lo sé, aunque todos me desean.
Soy el primer impulso del pensamiento,
soy la pureza y la tranquilidad del espíritu. 

Soy una gran amalgama de virtudes.
Soy comprometida y triunfadora.
Suelo presentarme desnuda de cualquier excusa,
con elegancia, sencillez y belleza.
A veces tengo voz y otras lo soy de la conciencia.  
Puedo causar el mal, 
declarar la guerra y a la vez firmar la paz.
Puedo destruir y construir al mismo tiempo. 
Mi pareja es un ser sincero,
y nuestra relación es fiel, aunque no siempre un acierto.
Soy una señorita comedida,
y, a la vez, bien parecida.